Cabeza de Arco |
Trayecto Total ........... 15,74 km.
Tiempo Total ............. 5:35 h.
Tiempo marcha ......... 4:45 h.
Asistentes .................. Jose, Cruz, Paco, Félix y Luis.
Tiempo marcha ......... 4:45 h.
Asistentes .................. Jose, Cruz, Paco, Félix y Luis.
Hemos llegado a Celeao y hemos entrando por un angosto camino hasta el parking, desde allí hemos desandado el camino hasta el pueblo y lo hemos atravesado hasta coger una pista que hay a la izda. La senda nos lleva por el valle de Xulió, no tiene pérdida ya que está bien señalizado. Caminamos flanqueados por un frondoso bosque de hayas, castaños, robles, fresnos y algún acebo. En el camino nos encontramos con la cabaña de La Porquera que esta construida aprovechando la pared rocosa, luego por el por el barranco hemos atravesando el río entre grandes piedras. Luego vamos subiendo badeando el río, este está plagado de pequeñas cascadas y el camino es sombrío debido a la abundante vegetación.
Por fin llegamos a la majada de Xulió donde hay unas cabañas rodeadas de prados donde pacen las famosas vacas casinas, reses autóctonas de esta zona. Poco antes de llegar al collado del Pico de Arco hemos parado a la sombra a reponer fuerzas y disfrutar del paisaje que nos ofrece el valle.
Al llegar al collado, unas fotos y como no había quorum para subir al pico, hemos proseguido una larga bajada por un camino plagado de helechos, parecía la selva. Abajo, después de otro descanso en otra bonita cabaña de piedra hemos bajado zigzageando por la ladera hasta llegar al valle de Los Arrudos, justo donde empieza la foz, ha sido una pena no haber subido hasta la Fuentona, que es la parte más bonita de Los Arrudos, así que habrá que volver.
Desde aquí una ancha pista nos lleva de vuelta hasta el aparcamiento, donde nos hemos refrescado los pies en un pequeño abrevadero....uffff que gustito. Luego hemos comido en las mesas del área recreativa a la sombra.
De vuelta a Campiellos hemos parado en Tanes, para ver la iglesia de Santa María que esta junto al pantano de Tanes. Aquí Joselillo el único valiente que se ha dado un baño. Después, hemos continuado y tras llegar a la casa rural, después de una buena ducha y unas cervecitas en el pueblo, hemos cenado en el bar que la casa rural tiene, no antes sin echar una partida a la rana, que tienen debajo del horreo. Pepa y su marido, nos han puesto una mesa en la calle al lado de un antiguo horreo asturiano que tienen pegando a la casa y allí hemos cenado de lujo, con buena sidra y hasta hemos probado el queso Casin típico de esa zona, entre otros, aunque creo que solo me ha gustado a mi, la verdad es que es un poco fuerte. Luego en la casa, unos txupitos de ginga y patxaran y una buena tertulia para despedirnos de Pakillo hasta el año que viene.
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