Castillo de Frías |
Trayecto Total ........... 23,1 km.
Tiempo Total ............. 8:40 h.
Tiempo marcha ......... 5:55 h.
Asistentes .................. Cruz, Enrique y Luismi.
Asistentes .................. Cruz, Enrique y Luismi.
El día esta despejado y hace buena temperatura. Caminamos por una bonita senda entre pinos y cerca del río, por su margen izda. Llegamos al embalse de Cillaperlata y atravesamos el puente que nos adentra en el pueblo, lo cruzamos y observamos como un grupo de gente se arremolinaba cerca de la iglesia, luego al llegar a Quintana nos hemos enterado que hoy se celebraba San Isidro.
Continuamos por carretera uno tramo hasta llegar al una desviación donde se retoma el camino que nos lleva hasta Quintanaseca, calles desiertas con bonitos rincones y antiguas casas. Luego hemos proseguido hacia Frías. Al salir del pueblo hemos tomado una ruta alternativa, en vez de ir por la carretera, se trata de la PRC-BU 104, es un bonito sendero que discurre entre pinos, carrascos y bojes. Subimos hacia un collado y desde aquí ya podemos divisar el Castillo de Frías. Bajamos badeando una muralla de roca natural hasta entrar al pueblo por la parte alta. Hemos repostado en el bar La Roca con unas cervecitas y luego hemos bajado hasta el río a su paso por el puente romano. No hemos podido resistir darnos un baño en una pequeña playa, luego nos hemos secado mientras comiamos......freskis, freskis.
Proseguimos por la margen izda del río, el sendero discurre en medio de una enorme chopera. Tras pasar por Montejo continuamos por la vereda del río hasta llegar a una especie de canal y tras atravesar el puente, siguiendo las marcas hemos llegado a Quintana Martín Galindez. A la entrada del pueblo cerca del río nos hemos topado con un enorme y viejo tejón, que rapidamente se ha metido por unas uras entre la maleza.
Al llegar a Quintana nos hemos alojado en el Hostal Valle de Tobalina y después de la ducha nos hemos acercado a la plaza ya que se celebraba San Isidro, allí hemos podido degustar un buen bocata de sardinillas y vino gratis, claro que hemos tenido que ir a por la bota ya que el casco lo tenías que llevar. El ambiente ha sido estupendo y hasta había bailables.
Luego hemos regresado al hostal para cenar. Cuando estabamos tomando café hemos conocido a Esteban, un señor del pueblo muy afable que nos ha estado enseñando una curiosa colección de sillas y mesa en miniatura hechos de madera,
también una cadena sacada en una sola pieza, osea, todo un artesano y que decía que no era difícil, que solo hacía falta tiempo y paciencia. Ahi le vemos a Cruci con él ...parecen dos gerreros con la lanza.....¡¡ea!!....jajaja.Bueno, después de un rato de charleta nos hemos ido a la cama a descansar ya que la ruta del día siguiente iba a ser un poco más exigente y había que recuperar fuerzas y estar bien descansados.
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