Cañones del Ebro III

Cañones del Ebro desde Pesquera y subida a la Ermita de Santa Centola y Elena.

 Ermita de Sta. Centola y Elena

Trayecto Total .......... 20,5 km.

Tiempo Total ............. 6:12 h. 

Tiempo marcha ......... 5:05 h. 

Asistentes ..................  Luismi.
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Con esta ya es la tercera vez que visitamos esta maravilla, hasta que podamos ir al Gran Canyon. Esta vez le hemos añadido la subida hasta la Ermita de Sta. Centola y Elena en Valdelateja, construida en el siglo VIII, la segunda más antigua de España, según los lugareños.

Hemos ido Iñaki y yo prontito hasta Pesquera de Ebro, lugar de partida de nuestro recorrido, después de comer unos fresquitos trozos de sandía que había traído Iñaki, hemos comenzado la ruta con la fresca desde la iglesia del pueblo, un rato por la carretera hasta coger la desviación que nos ha llevado hasta Cortiguera. Un pequeño pueblo semi abandonado, con unas bonitas casas indianas blasonadas y una fuente en un bebedero con un agua muy fresca y rica, lo cual hemos agradecido. El camino esta bastante bien señalizado´.


Continuamos senda por la parte alta del cañón por un camino bajo la sombra de los árboles y con unas vistas estupendas del Ebro, hasta llegar al inicio de la bajada a Valdelateja. Aquí hemos repostado como señores, con pan, chorizo, queso y un crianza, como mandan los cánones, !que menos!. Además de disfrutar de la panorámica que nos ofrecía la ermita en lo alto de la Peña de Siero y el buen día que ha salido.


Una sinuosa cuesta nos baja hasta Valdelateja, bonito pueblo por el que pasa el río Rudrón que se une mas adelante con el Ebro. Hemos preguntado a unos paisanos sobre la ermita y nos hemos animado a subir. El trayecto es de unos 20´ y tras pasar por Siero, un pueblo abandonado hemos llegado arriba, donde las vistas son una pasada, la ermita es prerrománica con un ventanuco de piedra y un campanario con su campana y su cuerda para tocar...... pues claro que hemos tocado.

La bajada ha sido rápida y hemos continuado camino hacia Pesquera siguiendo el curso del río. Al llegar a la central hemos cruzado el puente y hemos continuado por la otra margen, por un camino a veces angosto pero muy sombreado, entre el río y la ladera del cañón.

Hemos llegado a Pesquera a mas de las tres y media y hemos comido en el restaurante El Arco y luego hemos tomado el café en el jardín a la sombra, tan ricamente. Luego hemos bajado hasta el río y nos hemos refrescado los pies en una especie de piscina rústica que han hecho con piedras.

Eso...eso...eso...eso es todo amigos.

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