miércoles, 15 de junio de 2016

Garganta de Partnachklamm

Ruta por la Garganta de Partnachklamm desde la pista de saltos de Garmisch.

Garganta del Partnachklamm


Trayecto Total ........... 9,58 km.
Tiempo Total ............. 5:10' h. 
Tiempo marcha ......... 3:20 h.
Asistentes .................. Oscar, Arantza, Jose, Feli, Iciar, Luismi, Iñaki, Felix y Miguel.

 GR99 Etapa 2 Montesclaros - Villanueva de la Nía



Amanece un bonito día, desde el hotel se puede ver el Alpspitze, despejado y con bastante nieve. Nos disponemos a realizar la visita a la garganta del Partnachklamm, cercano a las pistas de salto de Garmisch, famosas por la competición de saltos de esquí que allí se celebra todos los años el 1 de Enero.


Llegamos a las pistas de salto en un pis-pas, punto de partida de la ruta de hoy. Tras una breve visita al recinto hemos iniciado la marcha. Caminamos por la carretera hasta alcanzar la entrada a la garganta, después de una breve exposición de Oscar acerca de los orígenes y datos de esta impresionante garganta y tras pasar por caja, hemos iniciado la visita.

Un estrecho camino protegido por vallas de madera y pegado a la pared discurre a lo largo de este estrecho desfiladero, por donde fluye un torrente de aguas embravecidas de color turquesa. La garganta tiene una longitud de 700 m. y una profundidad máxima de 80 m. El sonido del torrente y la escasa luz debido a la estrechez y profundidad impresiona bastante. Atravesamos varios túneles y casi al final podemos ver una estatuilla de la Virgen María incrustada en la pared. Es un paseo breve pero muy intenso y a esta hora no hay mucho transito.
 
Al salir al otro lado de la garganta caminamos rio arriba, hasta llegar a un puente que cruzamos, y aquí podemos ver en la orilla del río unas esculturas efímeras, hechas con cantos rodados del río. A partir de aquí, comenzamos una larga y tendida subida serpenteando a través de un espeso bosque. La subida ha sido un poco costosa, pero al final ha llegado la recompensa cuando hemos llegado al "Berggasthof Partnachalm", una casa rural donde hemos comido en las mesas que hay fuera, en el mirador. Algunos, para hacer acopio de hierro, se han metido un buen plato de lentejas con su acompañamiento. Mientras comíamos hemos disfrutado de unas bonitas vistas del valle y las montañas alpinas. Solo ha faltado que hubiesen aparecido por allí Heidi y Pedro con la cabras....jajaja.


Tras un rato de sosiego, hemos reiniciado marcha por una senda que nos ha llevado por la parte alta de la garganta. Al llegar a un puente que atraviesa la garganta y después de la fotos pertinentes, Oscar nos ha explicado sobre una pared con unos curiosos pliegues retorcidos la formación de este desfiladero.

Luego hemos bajado por un camino con escalones, hechos con troncos y barandilla de madera. Caminamos entre un espeso bosque y con unas vistas aéreas de la garganta inigualables. 80 m. abajo, transcurre un enloquecido torrente que impresiona bastante.


Al llegar al inicio de la garganta hemos atravesado la zona de tiendas y restaurantes que estaba a rebosar de gente. Después de llegar a las pistas de salto donde teníamos la furgo, nos hemos trasladado al Parque Nacional de Berchtesgaden, próximo enclave para la siguientes rutas. Tras tres horas y media de viaje hemos llegado a Berchtegaden, antigua residencia de reyes y nazis.

Luego hemos subido por una carretera con mucho desnivel, hasta llegar al restaurante Gasthaus Windbeutelbaron, donde hemos cenado aprovechando que ha comenzado a llover. La comida rica y abundante y el sitio muy agradable. Tenía en las paredes muchas cornamentas y animales disecados, se ve que hay bastante caza por estos lares. Hemos rematado la cena con unos orujos de genciana, típicos de esta zona.

Después de cenar, nos hemos desviado hasta un lugar donde se puede ver la  montaña Kehlstein (1835 m.) con su refugio Kehlsteinhaus, también llamado El Nido del Águila, que fue construida en 1939 como regalo para Hitler, en su 50 cumpleaños.



Después, tras recorrer un par de kms. hemos llegado a nuestro destino, el  Gasthof Vorderbrand, un  bonito hotel rural de madera con flores en las balconadas y un amplio espacio exterior con mesas, también una coqueta casita con guardián en la entrada y hasta una pequeña capilla.

El lugar no puede ser mas idílico, dan ganas de quedarse a vivir. Las habitaciones están en la planta superior y son muy acogedoras, tienen acceso a una gran terraza que ofrece una vistas del valle muy bonitas. Oscar nos ha señalado la curiosa silueta de una bruja en las montañas. También se puede ver muy bien el famoso nido del águila en lo alto. El sitio y el entorno es una pasada.










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